domingo, 3 de marzo de 2013

PROXIMO ENCUENTRO

 16 Y 17 MARZO 2013


SI ESTAS INTERESAD@ APUNTATÉ 
EN TU RESIDENCIA DE HH. TRINITARIAS,
 COLEGIO MÁS CERCANO O DEJANOS UN COMENTARIO

jueves, 28 de febrero de 2013

miércoles, 13 de febrero de 2013

Miercoles de ceniza y cuaresma

                         

       Aquí va un viedo que nos hace caer en la cuenta del verdadero significado de cuaresma

 


sábado, 2 de febrero de 2013

2 de febrero 2013 Aniversario de la fundación

128 AÑOS Y ¡¡¡SEGUIMOS CRECIENDO!!!


 Pues si, seguimos creciendo junto a tod@s vosotr@s. 
 Hoy es un día muy especial para tod@s l@s jóvenes. 
¿sabeis por qué?

Por que el día 2 de Febrero de 1985 Francisco Méndez y Mariana Allssopp junto a cinco jóvenes más se embarcaron en una gran aventura...una aventura a la que Jesús les llamó... 

 Esa aventura se trata nada más y nada menos que la de iniciar juntos el Instituto de Hermanas Trinitarias y así poder Buscar, Acoger y Liberar a la juventud que necesitase de una mano amiga y le mostrase un mundo diferente, de paz, amistad, libertad, de una forma sencila y fácil, dejándose acoger y amar por la Trinidad misericordiosa (Un Padre que nos ama con locura, un Hijo que nos lo demuestra cada día en las persoas que nos rodean y el Espíritu Santo que anima a dar lo mejor de cada un@).

En este día tan especial le damos gracias a Dios por la vida de los Francisco y Mariana, por todas las hermanas que han compartido su vida con tantos y tantos jóvenes a lo largo de estos 128 años de camino recorrido y sobretodo...  

GRACIAS A TI JÓVEN QUE ERES LO MÁS VALIOSO



    GRACIAS PADRE, GRACIAS JESÚS 
       GRACIAS ESPÍRITU SANTO 




sábado, 5 de enero de 2013

FELIZ DIA DE REYES



EL CUARTO REY MAGO



Cuenta una leyenda rusa que fueron cuatro los Reyes Magos. Luego de haber visto la estrella en el oriente, partieron juntos llevando cada uno sus regalos de oro, incienso y mirra. El cuarto llevaba vino y aceite en gran cantidad, cargado todo en los lomos de sus burritos.

Después de varios días de camino se internaron en el desierto. Una noche los agarró una tormenta. Todos se bajaron de sus cabalgaduras, y tapándose con sus grandes mantos de colores, trataron de soportar el temporal refugiados detrás de los camellos arrodillados sobre la arena. El cuarto Rey, que no tenía camellos, sino sólo burros buscó amparo junto a la choza de un pastor metiendo sus animalitos en el corral de pirca. Por la mañana aclaró el tiempo y todos se prepararon para recomenzar la marcha. Pero la tormenta había desparramado todas las ovejitas del pobre pastor, junto a cuya choza se había refugiado el cuarto Rey. Y se trataba de un pobre pastor que no tenía ni cabalgadura, ni fuerzas para reunir a su rebaño disperso.

Nuestro cuarto Rey se encontró frente a un dilema. Si ayudaba al buen hombre a recoger sus ovejas, se retrasaría de la caravana y no podría ya seguir con sus Camaradas. El no conocía el camino, y la estrella no daba tiempo que perder. Pero por otro lado su buen corazón le decía que no podía dejar así a aquel anciano pastor. ¿Con qué cara se presentaría ante el Rey Mesías si no ayudaba a uno de sus hermanos?

Finalmente se decidió por quedarse y gastó casi una semana en volver a reunir todo el rebaño disperso. Cuando finalmente lo logró se dio cuenta de que sus compañeros ya estaban lejos, y que además había tenido que consumir parte de su aceite y de su vino compartiéndolo con el anciano. Pero no se puso triste. Se despidió y poniéndose nuevamente en camino aceleró el tranco de sus burritos para acortar la distancia. 
 Después de estar mucho tiempo caminando sin rumbo, llegó a un lugar donde vivía una madre con muchos niños pequeños y que tenía a su esposo muy enfermo. Era el tiempo de la cosecha. Había que levantar la cebada lo antes posible, porque de lo contrario los pájaros o el viento terminarían por llevarse todos los granos ya bien maduros. 
   
 
              Otra vez se encontró frente a una decisión. Si se quedaba a ayudar a aquellos pobres campesinos, sería tanto el tiempo perdido que ya tenía que hacerse a la idea de no encontrarse más con su caravana. Pero tampoco podía dejar en esa situación a aquella pobre madre con tantos chicos que necesitaba de aquella cosecha para tener pan el resto del año. No tenía corazón para presentarse ante el Rey Mesías si no hacía lo posible por ayudar a sus hermanos. De esta manera se le fueron varias semanas hasta que logró poner todo el grano a salvo. Y otra vez tuvo que abrir sus alforjas para compartir su vino y su aceite.

Mientras tanto la estrella ya se le había perdido. Le quedaba sólo el recuerdo de la dirección, y las huellas medio borrosas de sus compañeros. Siguiéndolas rehizo la marcha, y tuvo que detenerse muchas otras veces para auxiliar a nuevos hermanos necesitados. Así se le fueron casi dos años hasta que finalmente llegó a Belén. Pero el recibimiento que encontró fue muy diferente del que esperaba. Un enorme llanto se elevaba del pueblito. Las madres salían a la calle llorando, con sus pequeños entre los brazos. Acababan de ser asesinados por orden de otro rey. El pobre hombre no entendía nada. Cuando preguntaba por el Rey Mesías, todos lo miraban con angustia y le pedían que se callara. Finalmente alguien le dijo que aquella misma noche lo habían visto huir hacia Egipto.

Quiso emprender inmediatamente su seguimiento, pero no pudo. Aquel pueblito de Belén era una desolación. Había que consolar a todas aquellas madres. Había que enterrar a sus pequeños, curar a sus heridos, vestir a los desnudos. Y se detuvo allí por mucho tiempo gastando su aceite y su vino. Hasta tuvo que regalar alguno de sus burritos, porque la carga ya era mucho menor, y porque aquellas pobres gentes los necesitaban más que él. Cuando finalmente se puso en camino hacia Egipto, había pasado mucho tiempo y había gastado mucho de su tesoro. Pero se dijo que seguramente el Rey Mesías sería comprensivo con él, porque lo había hecho por sus hermanos.

En el camino hacia el país de las pirámides tuvo que detener muchas otras veces su marcha. Siempre se encontraba con un necesitado de su tiempo, de su vino o de su aceite. Había que dar una mano, o socorrer una necesidad. Aunque tenía temor de volver a llegar tarde, no podía con su buen corazón. Se consolaba diciéndose que con seguridad el Rey Mesías sería comprensivo con él, ya que su demora se debía al haberse detenido para auxiliar a sus hermanos.

Cuando llegó a Egipto se encontró nuevamente con que Jesús ya no estaba allí. Había regresado a Nazaret, porque en sueños José había recibido la noticia de que estaba muerto quien buscaba matar al Niño. Este nuevo desencuentro le causó mucha pena a nuestro Rey Mago, pero no lo desanimó. Se había puesto en camino para encontrarse con el Mesías, y estaba dispuesto a continuar con su búsqueda a pesar de sus fracasos. Ya le quedaban menos burros, y menos tesoros. Y éstos los fue gastando en el largo camino que tuvo que recorrer, porque siempre las necesidades de los demás lo retenían por largo tiempo en su marcha. Así pasaron otros treinta años, siguiendo siempre las huellas del que nunca había visto pero que le había hecho gastar su vida en buscarlo.

Finalmente se enteró de que había subido a Jerusalén y que allí tendría que morir. Esta vez estaba decidido a encontrarlo fuera como fuese. Por eso, ensilló el último burro que le quedaba, llevándose la última carguita de vino y aceite, con las dos monedas de plata que era cuanto aún tenía de todos sus tesoros iniciales. Partió de Jericó subiendo también él hacia Jerusalén. Para estar seguro del camino, se lo había preguntado a un sacerdote y a un levita que, más rápidos que él, se le adelantaron en su viaje. Se le hizo de noche. Y en medio de la noche, sintió unos quejidos a la vera del camino. Pensó en seguir también él de largo como lo habían hecho los otros dos. Pero su buen corazón no se lo dejó. Detuvo su burro, se bajó y descubrió que se trataba de un hombre herido y golpeado. Sin pensarlo dos veces sacó el último resto de vino para limpiar las heridas. Con el aceite que le quedaba untó las lastimaduras y las vendó con su propia ropa hecha jirones. Lo cargó en su animalito y, desviando su rumbo, lo llevó hasta una posada. Allí gastó la noche en cuidarlo. A la mañana, sacó las dos últimas monedas y se las dio al dueño del albergue diciéndole que pagara los gastos del hombre herido. Allí le dejaba también su burrito por lo que fuera necesario. Lo que se gastara de más él lo pagaría al regresar.

Y siguió a pie, solo, viejo y cansado. Cuando llegó a Jerusalén ya casi no le quedaban más fuerzas. Era el mediodía de un Viernes antes de la Gran Fiesta de Pascua. La gente estaba excitada. Todos hablaban de lo que acababa de suceder. Algunos regresaban del Gólgota y comentaban que allá estaba agonizando colgado de una cruz. Nuestro Rey Mago gastando sus últimas fuerzas se dirigió hacia allá casi arrastrándose, como si el también llevara sobre sus hombros una pesada cruz hecha de años de cansancio y de caminos.
Cuando llegó, dirigió su mirada hacia el agonizante, y en tono de súplica le dijo:
- Perdóname. Llegué demasiado tarde.
Pero desde la cruz se escuchó una voz que le decía:
- Hoy estarás conmigo en el paraíso.

[Tomado de: Mamerto Menapace, Entre el brocal y la fragua, Buenos Aires, Editorial Patria Grande, 31987, 17-22] 


¡¡FELIZ DIA DE REYES!!

miércoles, 2 de enero de 2013

Feliz año para tod@s 
Que este año que comienza caminemos juntos hacia un horizonte lleno de esperanzas, sueños e ilusiones por vivir y de experiencias compartidas de amistad, solidaridad, aventuras, encuentros,....
...Pero sobretodo que en todo lo que hagamos descubramos la presencia de los demás y de Jesús que camina a nuestro lado... 

lunes, 24 de diciembre de 2012

PJV OS DESEA UNAS FELICES NAVIDADES



 ¡¡LLEGA  NAVIDAD!!
  
Algunos jóvenes se han lanzado a contarnos lo que significa para ellos: 

"La Navidad para mi es celebrar en familia el nacimiento de Jesús y llevar la alegría a los más necesitados" (Mª José de 2º ESO)

"La Navidad es una fecha para compartir y estar con las personas que queremos y ayudar a aquellas personas que debido a las malas condiciones de vida no pueden ser felices. además es una fecha donde celebramos el nacimiento de Jesús y compartimos nuestra fe todos juntos" (Anabel 2º de Bachillerato)


NAVIDAD es todo eso porque Dios quiso hacerse uno como nosotros para  compartir con nosotros la amistad, la alegría, la solidaridad….para estar con quien más lo necesita y  a nuestro lado en cada momento de nuestra vida.


Que esta navidad sepamos descubrirle en cada persona que encontremos a nuestro lado.

Feliz Navidad  

Y para tí ¿Qué significa? deja tu comentario