miércoles, 6 de abril de 2011

Testimonio

"Mi reloj de las prisas y las esclavitudes se paró y empezó el de la libertad. 

Dios pasea por las calles, mira y ve, siente y padece, encuentra y llama...
Un día caminando, Dios me encontró y me enseñó a mirar la realidad 'con sus ojos', a pasar mi mirada por la suya. Sentí su Palabra de esperanza. Pero entonces las prisas y los quehaceres me exigían mucho... Tuve que elegir. Elegí a Jesús.

Yo le necesito y también siento que él me necesita. Sentí su llamada para ir a los jóvenes que se sienten desorientados, perdidos en sus veranos, sin saber el sentido de su días a día... Perdidos en su libertad.

Desde que me encontraste, Señor, en medio de mis prisas, entre los jóvenes que tanto te necesitan aún sin saberlo, en esta ciudad... El reloj de mis prisas se paró, y comenzó el tiempo de ser libre y de 'Ser TÚ' para los demás"

Lorena, Novicia Trinitaria

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