miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡¡Feliz Navidad!!

En Navidad se manifiesta el que esperamos, y llega cumpliendo la promesa, los deseos del corazón. Es tiempo de compartir, de generosidad, ternura, ilusión...

Expresiones todas del AMOR que se manifiesta. Que en estos días tú, y todos los tuyos, déis un paso más hacia la felicidad que Él nos trae.

¡¡Feliz Navidad, Año Nuevo y Epifanía de Nuestro Señor!!



martes, 21 de diciembre de 2010

Testimonio

"Ha terminado otro año y sólo puedo agradecer a Dios por todo lo que me ha pasado. Ha habido días buenos y otros no tanto, pero siempre había algo que me alegraba y recordaba que Dios estaba ahí también, en los momentos no tan buenos.

Se quedan atrás muchas personas que ya dejan este camino de la vida. Me recuerdan que debo vivir el presente que Dios me regala cada mañana cuando me levanto. Las personas que me rodean en el día a día, la naturaleza, todo es un regalo de Dios. Yo creo que debemos mirar el lado bueno de las cosas en cualquier ciscunstancia y buscar siempre en ellas el rostro de Dios, por muy difícil que nos parezca.

Gracias Señor por esos momentos en los que me encuentro contigo cara a cara. Momentos de silencio, de soledad conmigo mismo. Me ayudan a no decaer en el día a día. Gracias por este año más de vida.

Y ahora comienza un nuevo año, como siempre con dudas, ilusiones, miedos, pero siempre con la alegría de saber que Tú estás conmigo en todo lo que hago. Que no me dejarás solo por muy lejos que me encuentre.

Y por supuesto, siempre, y pase lo que pase, yo te diré: GRACIAS SEÑOR."

(Paco, jóven laico trinitario)

Oración jóven


Al terminar el año...

Gracias Señor, por todo cuanto me diste en el año que termina. Gracias por los días de sol y los nublados y tristes, por las tardes tranquilas y las noches oscuras. Gracias por la salud y por la enfermedad, por las penas y las alegrías. Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste.

Gracias Señor por la sonrisa amable y la mano amiga, por el amor y todo lo hermoso y dulce; por los niños y por las almas buenas. Gracias por la sociedad, por el trabajo; por las dificultades y las lágrimas, por todo lo que me acercó a Ti, Padre. Gracias por tu presencia entre nosotros y por la gracia de tus sacramentos.

Al comenzar el año...

Y otra hoja más del libro de mi vida, ¿qué me traerá el año que comienza? Lo que tú quieras Señor. Te pido Fe para mirarte en todo y en todos. Esperanza, para no desfallecer y Caridad para amar a los que me rodean. Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad. Dame, Señor lo que tú sabes que necesito y yo no sé pedir. Que tenga el corazón alerta, el oído atento, la mente activa; para buscar en todo tu voluntad. Derrama Seór tus gracias sobre todos los que amo y concede tu Paz al mundo entero. Amén.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Cuento de Navidad

Era la noche de Navidad. Un ángel se apareció a la dueña de la casa de una rica y le dijo: "Te traigo una buena noticia: esta noche el Señor Jesús vendrá a visitar tu casa". La señora quedó entusiasmada. Nunca pensó que en su casa podía suceder este milagro. Trató de preparar una cena excelente para recibir a Jesús. Encargó pollos, y vinieron importados. De repente sonó el timbre. Era una mujer mal vestida, de rostro sufrido, con el vientre hinchado por un embarazo muy adelantado.

- Señora, ¿no tendría algún trabajo para darme? Estoy embarazada y...
- ¡Vuelva otro día! - respondió la señora interrumpiéndola - Ahora estoy ocupada con la cena para una importante visita.

Poco después, un hombre, sucio de grasa, llamó a la puerta.

- Señora, mi camión se ha averiado aquí en la esquina. ¿Por casualidad no tendría usted una caja de herramientas que me pueda prestar?

La señora, ocupada como estaba limpiando los vasos de cristal y los platos de porcelana, se irritó mucho:

- ¿Piensa que mi casa es un taller mecánico? Por favor, no ensucie mi entrada con esos pies inmundos.

La anfitriona siguió preparando la cena: abrió latas de caviar, puso champagne en la nevera, escogió los mejores vinos, preparó unos cócteles de aperitivo... Mientras tanto alguien fuera batió las palmas. "¡Será que ahora llega Jesús!" pensó ella emocionada y con el corazón acelerado fue a abrir la puerta. Pero no era Jesús. Era un niño harrapiento de la calle.

- Señora, deme un plato de comida.
- ¿Cómo te voy a dar comida si todavía no hemos cenado? Vuelve mañana, porque esta noche estoy muy atareada.

Cuando la cena estaba lista, toda la familia emocionada esperaba la ilustre visita. Pero pasaban las horas y Jesús no aparecía. Cansados de esperar, empezaron a tomar los cócteles... hasta que les venció el sueño e hizo olvidar los pollos y los platos preparados. A la mañana siguiente, se encontró, con gran espanto frente a un ángel.

- ¿Un ángel puede mentir? - gritó ella- Lo preparé todo con esmero, aguardé toda la noche y Jesús no apareció. ¿Por qué me hizo esta broma?
- Yo no mentí, fue usted la que no tuvo ojos para ver - dijo el ángel -. Jesús estuvo aquí tres veces: en la mujer embarazada, en el camionero y en el niño hambriento. Pero usted no fue capaz de reconocerlo y acogerlo.

En los más necesitados está Jesús. ¿Lo reconocemos?

sábado, 18 de diciembre de 2010

IV Domingo de Adviento

¡¡Dios con nosotros!!



Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.
Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo.
Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros".
Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado y llevó a María a su casa. 

 (Mt 1, 18-24)

1. "...y tendrá un hijo al que pondrán por nombre Enmanuel, (que significa Dios con nosotros)". Se acercan la Navidad, tiempo de ajetreo y de parar muy poco. Te proponemos que escribas todos los compromisos que tienes para esta Navidad.
2. Después de haber escrito todos los compromisos, te habrás dado cuenta de si dentro de tu agenda tienes algún momento para el Dios niño, que quiere hacer latir el corazón del mundo. 
No te duermas en los laureles, porque pocos días te quedan para celebrar el nacimiento de ese Dios-con-nosotros. Y será el propio Dios el que venga a nuestra presencia para estar con nosotros. Ese niño recién nacido quiere estar en este tiempo de Navidad con nosotros, no ha cogido ningún compromiso más en su agenda. Solamente tiene apuntado en ella lo siguiente: "He venido a estar contigo y todo el tiempo que haga falta. Te amo y eres para mí lo más preciado". Ante el Dios recién nacido que solo quiere dedicarse a ti, ¿tú qué vas a hacer?

¡Haz latir el corazón del mundo... acoge!

"Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto..."
Acoge al Niño Dios que llega a tu vida a pedirte un hueco, sólo un hueco... Y con el tiempo, ¡Dios dirá!.

(Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús)

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Canción para pensar

"Colgado en tus manos"

Quizá no fue coincidencia encontrarme contigo, tal vez esto lo hizo el destino. Quiero dormirme de nuevo en tu pecho y después me despierten tus besos.

Tu sexto sentido sueña conmigo, sé que pronto estaremos unidos. Esa sonrisa traviesa que vive conmigo, sé que pronto estaré en tu camino. Sabes que estoy colgando en tus manos, así que no me dejes caer, sabes que estoy, colgando en tus manos.

Te envío poemas de mi puño y letra. 
Te envío canciones de 4'40. 
Te envío fotos cenando en Marbella. 
Y cuando estuvimos por Venezuela.
Y así me recuerdes y tengas presente.
Que mi corazón está colgando en tus manos. 
Cuidado, cuidado, que mi corazón está colgando en tus manos.

No perderé la esperanza de hablar contigo, no me importa qué dice el destino. Quiero tener tu fragancia conmigo, y beberme de ti lo prohibido. 

Sabes que estoy colgando en tus manos, así que no me dejes caer. Sabes que estoy, colgando en tus manos.

Te envío poemas de mi puño y letra...

Cuidado, cuidado mucho cuidado, cuidado; no perderé la esperanza de estar contigo. Cuidado, cuidado mucho cuidado, cuidado; quiero beberme de ti todo lo prohibido.

Cuidado, cuidado mucho cuidado, cuidado; quiero amanecer besando toda... Toda tu ternura. Mi niña, mi vida, te necesito.

(Carlos Baute y Marta Sánchez)


"Donde está tu tesoro, allí está tu corazón" 
(Mt 6, 21)

1. ¿De dónde cuelga tu corazón? ¿Qué es ahora lo más importante en tu vida?
2. ¿Por qué crees que se repite tanto la advertencia "cuidado"? ¿De qué tienes que tener más cuidado en tu vida personal, social, profesional...?
3. Comparad con las palabras de Jesús y sacad conclusiones: Mt. 6, 26-33.


sábado, 11 de diciembre de 2010

III Domingo de Adviento

¡¡Contad lo que estáis viendo y oyendo!!


Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle:
"¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?".
Jesús les respondió: "Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven:
los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.
¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!".
Mientras los enviados de Juan se retiraban, Jesús empezó a hablar de él a la multitud, diciendo: "¿Qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento?
¿Qué fueron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que se visten de esa manera viven en los palacios de los reyes.
¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta. Él es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino.
Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él. 

 (Mt 11, 2-11)

1. "Jesús le contestó: Id y contadle a Juan lo que estáis viendo y oyendo...". ¿Crees que no tienes motivos para contarles a los demás lo que Dios ha hecho en tu vida? Repasa los acontecimientos de tu vida donde hayas visto la mano del Señor.
2.  Ya te habrás dado cuenta que Dios está más presente en tu vida de lo que crees. En esta tercera semana de adviento Dios nos pide que agudicemos nuestro sentido espiritual, para que nos demos cuenta que su gracia opera en nuestras vidas, que a veces sin darnos cuenta, Dios a través de su Espíritu ha ido curando nuestras heridas y nos ha ido conduciendo suavemente hasta su Corazón. Vamos a pedirle a Dios la gracia de poder darnos cuenta de su presencia en nuestra vida diaria.

¡Haz latir el corazón del mundo... comparte!

Quítate los complejos. déjate de vergüenza... Cuenta a alguien lo que sientes que Dios ha hecho en tu vida. ¿No te parece que es la mejor forma de dar gracias?
Recuerda "Estad siempre dispuestos a dar razón de vuestra esperanza".

(Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús)

jueves, 9 de diciembre de 2010

Pasión de libertad

La verdad del corazón

Cuando a los ojos de todos todo lo tiene, Mariana siente que le falta lo más importante. Era joven y elegante, y tenía todo cuanto se puede desear para ser feliz. "Lo tiene todo. Mariana" - le decían - " ¿qué más quieres?". Pero Mariana quiso escuchar también la voz de su corazón. Y se dio cuenta que no se conformaba con los regalos de este mundo. Y quiso sabe por qué su corazón no estaba satisfecho, cuál es su deseo...

¡Señor mío y Dios mío! Eres tú, ¿verdad mi Dios? ¿Eres tú quien te ocultas bajo este intenso sentir que ni abarco ni controlo? ¿Eres tú quien suscita tantas preguntas sin respuestas, y esta sed que no se apaga con lo que este mundo me ofrece? ¿Quién soy, Señor? ¿Quién soy yo y quién eres tú, mi Dios? ¿Por qué esta soledad tan grande en medio de un mundo que me mima y agasaja?... ¿Quién eres, Dios?

... Una pregunta que me conquistó completamente, pero no sólo en aquel tiempo, sino que con frecuencia me la sigo haciendo. "Mariana Allsopp, ¿qué es lo que ocupa tu corazón?". Espontáneamente me sale decir que mi familia; todos los miembros de mi familia ocupan un lugar muy importante. Pero hay otras cosas que inquietan mi corazón. Me inquieta el mundo y sus gentes sobre todo las personas que moran en las periferias... Mi corazón está ocupado por demasiadas preguntas sin respuestas, por presencias y ausencias, sentimientos intensos y con frecuencia indescifrables, que ni yo puedo abarcar. Pero aún hay algo más. Quizás más en el fondo que todo, y al mismo tiempo envolvente; algo ante lo que me estremezco con sólo nombrarlo, y tras lo que afloran lágrimas abundantes: Oh Dios mío, ¿eres tú, mi Señor?
(Pasión de libertad. Memorias de Mariana Allsopp)

¿Qué es lo que ocupa tu corazón?

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Solemnidad de la Inmaculada Concepción


El 8 de diciembre se celebra la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción. Éste es un artículo de fe del catolicismo que sostiene la creencia de que María, madre de Jesús, a diferencia de todos los demás seres humanos, no fue alcanzada por el pecado original; sino que, desde el pimer instante de su concepción, es decir, de su ser personal, estuvo libre de todo pecado.

Dios preservó a María libre de todo pecado y libre de todo efecto del pecado original, que había de transmitirse a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva; en atención a que iba a ser la madre de Jesús, que es también Dios. La doctrina, reafirma con la expresión "Llena eres de gracia" (Gratia Plena) contenida en el saludo del Ángel (Lc. 1, 28) y en la oración del Ave María, reafirma el aspecto de ser libre de pecado por la gracia de Dios.

Oración

En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin".
María dijo al Angel: "¿Cómo puede ser eso, si no conozco varón?". El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios".
María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Angel se alejó.

lunes, 6 de diciembre de 2010

II Domingo de Adviento

 ¡¡Preparad el camino al Señor!!

En aquel tiempo se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea:  "Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca". 
A él se refería el profeta Isaías cuando dijo: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.
Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: "Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca?
Produzcan el fruto de una sincera conversión, y no se contenten con decir: 'Tenemos por padre a Abraham'. Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era: recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en un fuego inextinguible"

(Mt 3, 1-12)

1. "Porque el reino de los cielos está cerca". Y tú con tu vida, ¿cómo de cerca andas del reino de Dios? Haz una lista de personas y cosas de cuales te sientes cerca.
2. Igual has hecho tu lista y Dios no aparece, o aparece en los últimos lugares. ¿Y si le pidiéramos a Dios que hiciera una lista? ¿Tú en que lugar aparecerías?
Seguro que si Dios hiciese una lista, tú te encontrarías en el primer lugar. Dios ha puesto un camino para ti, para que lo recorras. Él se encuentra en el camino y te está esperando. ¿Vas a hacer esperar al Dios que te pone en el primer lugar de su lista de amados?
3. Vamos a pedirle a Dios esta semana que nos conceda la gracia para andar cerca de él, para amarle más. No pierdas de vista en este camino, las señales que Dios te ira poniendo para que no te pierdas y sobre todo puedas ver sus huellas en tu vida.

¡Haz latir el corazón del mundo... siente!

Elige a una persona que no esté en tu lista y que sepas que no puede devolverte un favor... ¡Haz algo por ella! Puedes ser una huella de Dios en la vida del otro. Repite en tu interior: "Padre, ilumina mis pasos".

(Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús)

sábado, 4 de diciembre de 2010

El agua de la vida

Había una vez tres personas que buscaban el agua de la vida, esperando que, después de beberla, vivirían para siempre.

Una de estas personas era un guerrero. En su opinión, el agua de la vida tendría muchísima fuerza, sería como un torrente o una catarata y por eso se había embutido en una armadura y proviso de una espada, convencido de que así podría vencer al agua y bebérsela.

La segunda persona era una hechicera. Pensaba que el agua de la vida era mágica, algo así como un remolino o un geiser, de manera que podría controlarla con un hechizo. Para ello se había enfundado en una larga capa de estrellas.

La tercera persona era un mercader. En su opinión, el agua de la vida era tremendamente costosa, algo así como una fuente de perlas o de diamantes. Por eso decidió llenarse todos los bolsillos de su atuendo con monedas de oro, con la esperanza de comprar el agua.

Pero cuando los viajeros llegaron a su destino, se encontraron con que estaban equivocados. En efecto, el agua de la vida tenía poco o nada que ver con lo que se habían imaginado. No era un torrente susceptible de ser intimidado por una muestra de fuerza. Ni era un remolino que pudiera ser encantado por un hechizo.

Tampoco era una fuente de perlas o de diamantes que pudiera comprarse con dinero. Era, simple y llanamente, un pequeño arroyo de agua dulce. De hecho, lo único que hacía falta para beneficiarse de los poderes mágicos del agua era arrodillarse y beber.

Claro que esto resultó mucho más difícil de lo que hubieran imaginado. El guerrero, con su armadura, era incapaz de ponerse de rodillas. Por otra parte, la larga capa mágica de la hechicera perdía los poderes mágicos en cuanto se manchaba de barro. Y el mercader, con tanto dinero a cuestas, corría el riesgo de que las monedas se les escaparan de los bolsillos y se colaran entre los cantos del arroyo en cuanto se arrodillara. Así que ninguno de los tres, de pié como estaban, podían beber del arroyo.

Sólo había una solución posible para cada uno de ellos. El guerrero se despojó de la armadura. La hechicera arrojó al barro la capa. Y el mercader se quitó la ropa que había llenado de monedas. Y así, uno a uno, se fueron arrodillando como Dios les trajo al mundo, para beber del arroyo que les concedería vida eterna.

¿Cómo me sitúo ante lo que me da la verdadera felicidad?

"El que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la vida eterna"  
(Jn 4, 14)