viernes, 28 de enero de 2011

Aniversario de la Fundación (2 de frebrero)

"Caminar, siempre caminar"


El día 2 de febrero se celebra el 126 aniversario de la fundación. Mariana Allsopp, junto a otras cinco jóvenes, Carmen, Mercedes, Ángeles, Eladia y María, y alentadas por el padre Méndez, iniciaron una obra que estaba llamada a ser "Casa de la Trinidad", o como al padre Méndez le gustaba decir, "un cielo en la tierra". 

El primer nombre que se concibió era el de "Porta-coeli", porque su fin principal había de ser abrir una puerta que lleve a Dios, y por tanto a la liberación, a la felicidad, a la Buena Nueva de la Salvación. Muchas fueron las dificultades, pero como la obra era de Dios, siguió adelante.
Presente en siete países, las Hermanas Trinitarias siguen dedicando todos sus esfuerzos a favor de la juventud necesitada. Redención y Liberación, justicia y misericordia, son las claves bíblicas que desde los inicios animan sus obras. La Promoción de la mujer, la educación de la juventud, la acogida incondicional a quienes carecen de recursos, son algunas de las opciones que en la actualidad definen sus proyectos. Y, como eje transversal, está "la pedagogía del Amor", que los fundadores expresaban en un cuarto voto: Celo por la Salvación.


¡Atrévete a soñar! No tengas miedo.
Tus sueños son el motor de tus pasos.
En la osadía de soñar hay una fuerza poderosa que te moviliza.
Confía y no temas.

jueves, 27 de enero de 2011

Amor sin ataduras

Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux, que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Azul, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu...

- Nos amamos... - empezó el joven.
- Y nos vamos a casar... - dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo. Queremos un conjuro que nos garantice que podremos estar siempre juntos, que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar la muerte.
El anciano los miró y se emocionó al verlos tan jóvenes, tan enamorados, y tan anhelantes esperando su palabra. "Hay algo, -dijo el viejo- pero no sé... Es una tarea muy difícil y sacrificada".

- Nube Azul... -dijo el brujo- ¿Ves el monte al norte de la aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, cazarás el halcón más hermoso y vigoroso del monte y lo traerás aquí con vida el tercer día después de luna llena.
- Y tú, toro Bravo, deberás escalar la montaña del trueno. Cuando llegues a la cima, enconrarás la más brava de todas las águilas y solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Azul. ¡Salgan ahora!.

Los jóvenes se abrazaron con ternura y partieron a cumplir cada uno su misión, ella hacia el norte y él hacia el sur.

El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con las bolsas que contenían las aves solicitadas.

El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Eran verdaderamente hermosos ejemplares.

- Y ahora, ¿qué haremos? - preguntó el jóven - ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?
- No - dijo el anciano.
- ¿Los cocinaremos y comeremos su carne? - propuso la joven.
- No - repitió - Harán lo que les digo: tomen las aves y aténlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero. Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres...

El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo, pero sólo consiguieron revolcarse por el suelo. Unos minutos después, irritadas, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse.

Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón. Si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, vivirán arrastrándose y además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse el uno al otro.

"Si os amáis, volad juntos, pero jamás atados"


miércoles, 26 de enero de 2011

Testimonio

"Podría dar un bonito testimonio afirmando que yo nunca hago oídos sordos a las llamadas que Dios me hace día a día, pero sería engañarme a mí misma.

Podría ser como el fariseo que delante de Dios presumía de todo lo bueno que hacía, pero soy como el publicano: reconozco que soy débil, que muchas veces me olvido de quien me necesita, que no sale de mí esa sonrisa, ese gesto amable, que no soy esa grata compañía que muchos esperan de mí.

Él me conoce, ¿para qué aparentar? El verdadero sentido del darse a los demás gratuitamente, es el amor, ese amor que Cristo me dió al morir por mí en una cruz, ese amor que le lleva a darlo todo por mí. Entonces, ¿qué hacer? Dar gratis lo que gratis he recibido: Sí, dar todo lo que recibí de Él a mis hermanos y hermanas".

(Conchi, Novicia Trinitaria)

viernes, 21 de enero de 2011

Oración óven

¡Cuantas llamadas al día Dios mío!

Señor en esta noche en la que me es imposible conciliar el sueño me viene a la mente el joven Samuel... Tres veces le llamaste y tres veces obtuviste la misma respuesta: "Aquí estoy".

¡Cuán diferente es mi vida, Dios mío! Repaso el día de hoy y... ¿en cuántas ocasiones he hecho oídos sordos a tu llamada...?

En la mirada amorosa de mi sufrida madre que me pedía simplemente un beso. ¿Y yo que le respondí? ¿aquí estoy? ¡Qué va! "Ya soy mayor para esas cosas madre".

En las lágrimas de mi compañera de clase, que no se acostumbraba a la separación de sus padres. ¿Y yo qué respondí? ¿Aquí estoy? ¡Qué va! "Te acostumbrarás, es lo más normal del mundo".

En una simple sonrisa que la anciana del 5º me pedía para alegrarle el día. ¿Y yo qué le respondí? ¿Aquí estoy? ¡Qué va! "¿Dónde se habrán metido sus hijos?".

En la compañía que el joven marroquí me pedía acercándose a mí. ¿Y yo que le respondí? ¿Aquí estoy? ¡Qué va! "vete con los tuyos, entiéndeme, qué dirán mis amigos de mí".

Y así, Dios míos, tal cantidad de llamadas que han dejado mi corazón sin baterías, trsite, angustiado, deprimido...

Ayúdame, Señor, a que mañana, con el corazón recargado, sea capaz de decirte: ¡Aquí estoy! Así un día, ya no necesitaré oír más tu llamada, sino que me adelantaré e iré velozmente a tu encuentro para susurrarte al oído: "Aquí estoy, porque me has llamado, habla que tu siervo escucha".
José María Escudero
 

martes, 18 de enero de 2011

Canción para pensar

"Eres tonto"

Esta historia que te cuento, es como un grito, una voz desesperada que grita pidiendo auxilio. Auxilio por no ver nada que me llene en el camino, auxilio por ver que hay mucha falta de cariño.

Me paro y me pregunto por qué vives rodeado de más de verdad y buscando ese equilibrio que te llene de valor y que te quite del suicidio, no tener que depender para sentirte más querido.

Usando menos el coco y un poquito más la piel, ya que somos lo que somos y si no lo quieres ver ¡eres tonto! Si no te gusta es que no estás vivo, ¡eres tonto! 
Pero eso es algo que nació contigo y mañana al despertar, saltar de la cama, luchar tu mañana, mirar a la cara que no debes nada, ¡eres tonto! 
Salir a la calle sin la tontería sacando de dentro entera tu vida, entera tu vida.

Parece que está de moda ir de tontito, aparentar ser la persona que siempre tú habías querido. ¿Por qué no te quieres aunque sea sólo un poquito? ¿Por qué no eres tú mismo y no algo parecido?

Usando menos el coco...

(El canto del loco)

"Señor, conóceme por dentro, mira si mi camino se desvía y guíame" 
Salmo 138

1. ¿Por qué aparentamos ser quién no somos? ¿En qué nos engañamos? ¿Por qué?
2. ¿Qué llevas dentro que normalmente no dejas que aflore? Piénsalo...
3. ¿En qué campos o aspectos habéis dejado de "mirar a la cara" a la vida y tenéis que volver a "luchar vuestro mañana"...?



domingo, 9 de enero de 2011

"El día en que escuchó la voz de Dios"


" - No, Señor Méndez, no cambiaría nada.
- ¿Está segura, Señorita Allsopp?
- Reconozco que hubo momentos en los que deseé rebelarme. Pero hoy sé que no soy dueña de la historia.
- Vamos a centrarnos en su propia historia, María Ana Allsop: ¿hay algo que cambiaría?. Piénselo antes de contestar. - Tardé un buen rato en responder-.
- Supongo que algunas cosas... Pero no estoy segura. Creo que, como ha sucedido, está bien... Ahora lo que deseo es mirar hacia adelante, Señor Méndez.
- ¿Y qué le gustaría hacer en adelante?
- No lo sé, aún. Pero una cosa tengo clara: estoy dispuesta a ir por donde Dios me lleve - Se me quedó mirando fijamente, como si quisiera decirme algo muy importante.
- Señorita Allsopp, otra cosa más ha de considerar en adelante: Nadie puede poner en su vida en manos de Dios si antes no la ha sentido en sus propias manos. "

(Pasión de libertad. Memorias de Mariana Allsopp)

Es frecuente, al comenzar un nuevo año, hacer propósitos y marcarnos retos. Hacemos una lista de cosas que vamos a cambiar, porque sentimos, como dice Mariana, que "es tiempo de mirar adelante"... Y tú, ¿hay algo que cambiarías?

¡Conocerse a sí mism@!

El camino del autoconocimiento es imprescindible para asumir la historia personal, aceptar lo que somos, y saborear la vida que HOY disfrutamos. Hacer una relectura de nuestra propia historia, y reconstruir nuestra raíz si es necesario, para seguir creciendo hacia arriba. Mariana, en el momento de mayor hondura, se atreve a rezar así:

"Oh dios mío, Tú me conoces; Tú me has moldeado con tus manos y Tú sostienes mi vida; Tú me has puesto, día tras día, hora tras hora, un centinela que vigilará mis pasos para que no resbalasen, y yo pudiera llegar hasta aquí, tal como hoy, mi Dios me tienes ante Ti.

... Yo no sé, Dios mío, qué quieres de mí. Pero eres Tú quien sostiene mi vida. Y Tú me irás dando, en cada momento, aquello que mi vida necesita para no errar en el siguiente paso. Yo sólo te pido para mi alma la paz que me asegura que eres Tú quien dirige mis pasos. Sólo esto te pido, Mi Dios
".

Un 10 de enero se produjo el encuentro de Mariana y Francisco que ahora conmemoramos, cuando comparten la misma inspiración. Mariana señala en su diario este día como "el día en que escuchó la voz de Dios".

lunes, 3 de enero de 2011

Epifanía del Señor. Los Reyes Magos

Mucho se ha escrito y hablado de los Reyes Magos, y grande es la tradición cristiana, al menos en nuestra tierra, de la venida de los Reyes Magos, una fiesta singular y entrañable, un día cargado de alegría y de ilusión, una verdadera manifestación de Dios a los hombres, como es verdaderamente la fiesta litúrgica que celebramos en ese Día: la Epifanía del Señor.

La escena tan popular de los Magos de Oriente, de Mateo 2, 1-12, que leemos en esta fiesta de la Epifanía, ha dado pie a múltiples tradiciones, que no deben hacernos olvidar cuál es el mensaje que el evangelio quiere transmitirnos.

Los evangelistas de la infancia de Jesús (que se encuentran en los dos primeros capítulos de Mateo y Lucas) son las últimas páginas evangélicas que se escribieron, y no pretenden narrar hechos históricos en el sentido científico de la palabra, sino que, a través de unas bellas escenas situadas en torno al nacimiento de Jesús, nos quieren explicar quién es ese niño que viene al mundo, y cuál será el sentido de su vida.

En la escena que comentamos, el evangelio nos habla de unos magos de tierras lejanas (que no significan unas personas que hacían magia, sino unos sabios paganos que buscaban presagios escrutando los astros), que descubren una estrella sorprendente (que tiene un sentido simbólico: en la Biblia el Mesías a veces era representado como una estrella que se levanta en el horizonte: Num. 24, 17), y deciden dejarlo todo para buscar esa luz anunciada. Todo un signo: los paganos de buena fe buscan al Mesías, mientras que, cuando llegan a Jerusalén, los dirigentes judíos no muestran ningún interés. Los sabios o magos finalmente encuentran aquel niño, se llenan de gran alegría, lo adoran como salvador, y le ofrecen regalos propios de un rey.

La tradición ha ampliado el relato: como le hacen tres regalos, ha deducido que eran tres los personajes, y además les ha puesto nombres. Y, con gran intuición, ha imaginado que eran de tres razas distintas, representando a toda la humanidad, porque toda la humanidad está llamada a la luz del Evangelio. Y los tres regalos definen al Niño, oro como rey, incienso como Dios y mirra porque como hombre morirá.

(Hoja Informativa Parroquial Mártires, mes enero 2011, año VI, nº1)