domingo, 28 de noviembre de 2010

I Domingo de Adviento

¡¡Es hora de despertarnos del sueño!!

"En aquel tiempo dijo Jesús: Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé.
En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca;
y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre.
De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado.
De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada.
Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada."

 (Mt 24, 37-44)

1. ¿Para qué estamos preparados? Haz una lista de cosas que preparamos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos.
 2. Piensa en uno de tus fines de semana y mira como lo planificas. Seguro que no dejas ninguna hora del día para que se pierda. Pero llega nuestro Dios en esta primera semana de adviento y te pregunta:
¿En tu horario has dejado algo de tiempo para preparar el encuentro entre tú y yo? No será que estás muy ocupado preparando otras cosas... ¿Por qué no miras tu corazón y te preguntas si te estás preparando para acogerme o si no te darás cuenta si algún día aparezco en tu vida?
3. ¿Por qué no examinas tu vida en esta semana y miras aquello que no te deja preparar el encuentro entre tú y Dios? Pídele a Dios en esta semana que te conceda la gracia de abrirte los ojos para encontrarte con Él.
Date cuenta de si buscas excusas para no encontrarte con Él, es ta fácil... nos mantiene cómodos y plácidamente dormidos.

¡Haz latir el corazón del mundo... ora!

¡Despierta! Abre los ojos y mírate. Enciende una luz cada noche, imagina que Jesús llega. Repasa tu día y cuéntale cómo te ha ido ¿le has visto en algún momento de tu ajetreada jornada? Al comenzar y al acabar repite e interioriza: "No te busco ni fuera ni lejos, tu Amor está en mí".

Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús

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