martes, 21 de diciembre de 2010

Testimonio

"Ha terminado otro año y sólo puedo agradecer a Dios por todo lo que me ha pasado. Ha habido días buenos y otros no tanto, pero siempre había algo que me alegraba y recordaba que Dios estaba ahí también, en los momentos no tan buenos.

Se quedan atrás muchas personas que ya dejan este camino de la vida. Me recuerdan que debo vivir el presente que Dios me regala cada mañana cuando me levanto. Las personas que me rodean en el día a día, la naturaleza, todo es un regalo de Dios. Yo creo que debemos mirar el lado bueno de las cosas en cualquier ciscunstancia y buscar siempre en ellas el rostro de Dios, por muy difícil que nos parezca.

Gracias Señor por esos momentos en los que me encuentro contigo cara a cara. Momentos de silencio, de soledad conmigo mismo. Me ayudan a no decaer en el día a día. Gracias por este año más de vida.

Y ahora comienza un nuevo año, como siempre con dudas, ilusiones, miedos, pero siempre con la alegría de saber que Tú estás conmigo en todo lo que hago. Que no me dejarás solo por muy lejos que me encuentre.

Y por supuesto, siempre, y pase lo que pase, yo te diré: GRACIAS SEÑOR."

(Paco, jóven laico trinitario)

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